Académicos UdeC desarrollarán modelo para evaluar futuros conflictos por el agua

Con un enfoque transdisciplinar, el proyecto Fondecyt liderado por el académico de la Facultad de Ingeniería Agrícola UdeC, Dr. Mario Lillo-Saavedra, permitirá identificar, a partir de la simulación de escenarios socio-hidrológicos, potenciales conflictos en la cuenca, como la del Longaví.

Un equipo transdisciplinar de investigadores liderados por el académico de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción (FIAUdeC), Dr. Mario Lillo-Saavedra, desarrollará una modelación que permitirá identificar futuros conflictos por el agua a nivel de cuenca, proyecto que se adjudicó financiamiento del concurso Fondecyt Regular, de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).

Se trata de “Modelación basada en agentes socio-hidrológicos para evaluar futuros conflictos por el agua a escala de cuenca”, uno de los 42 proyectos encabezados por investigadores de la UdeC que se adjudicaron recursos del Fondecyt Regular.

El experto en informática e investigador del Departamento de Mecanización y Energía de FIAUdeC, explicó que “la gestión del agua y los conflictos que genera se han convertido en un tema con valor social que carece de una formulación sólida tanto conceptual como operativamente”. En ese sentido, argumentó que “los nuevos enfoques de solución para la gestión del agua deben ir más allá de la comparación estática entre oferta y demanda de agua”.

Por ello, planteó que este innovador proyecto responde a la necesidad de incorporar en el análisis las complejas interacciones entre los distintos usuarios de agua de una cuenca, así como su relación con el recurso hídrico, lo que exige aplicar un enfoque transdisciplinar, razón por la cual en el proyecto también participan tres co-investigadores: la Dra. Marcela Salgado, socióloga y académica de la Facultad de Ciencias Ambientales UdeC; el Dr. Diego Rivera, experto en gestión de cuencas de la Universidad del Desarrollo (UDD); y el hidrólogo Dr. Marcelo Somos-Valenzuela, de la Universidad de La Frontera. Considera, además, la participación de Pablo Velásquez, alumno del Doctorado en Recursos Hídricos de FIAUdeC; y de Alejandra Molina, alumna del Doctorado en Ciencias de la Complejidad Social de la UDD.

El Dr. Lillo-Saavedra acotó que el trabajo, que se extenderá entre abril de 2023 y abril de 2026, estará centrado en la cuenca del río Longaví, región del Maule. “Es una cuenca bien representativa, tiene industria agrícola, agroindustrial, forestal, mucha segmentación territorial, agricultores medianos, chicos y grandes, y también tiene un embalse que funciona como acumulador de agua”, describió. Además, ya existe un camino avanzado en la captura de datos, ya que el investigador ejecutó anteriormente un proyecto Fondef, llamado “H2Org, una herramienta para la gestión y planificación del agua para riego”.

MODELO SOCIO-HIDROLÓGICO

“Tratamos de ver cómo caracterizar espacial y temporalmente los conflictos del agua actuales y futuros, desde una perspectiva de la disponibilidad de agua para los distintos perfiles de usuarios. Hay varias maneras de hacerlo; la más simple es pensar cuánta agua entra y cuánta se consume, ejercicio que supone tener un estimativo de cuánta es el agua disponible que habrá, por ejemplo, en seis meses, o el próximo año o los próximos siete días, dependiendo de la escala de análisis; pero en un contexto de cambio global, esa estimación no es tan simple porque tiene mucha incertidumbre, dadas las condiciones climáticas que enfrentamos. Y, por otro lado, la demanda no es tan fácil de caracterizar, porque supone saber qué patrones de cultivos existen, qué tipos de usuarios son los que están consumiendo y cuánto consumen, y eso no es trivial. Entonces, actualmente se hacen estimaciones con datos y herramientas de análisis que no son suficientes para lograr este cometido”, contextualizó. “Por otro lado -continuó-, hay técnicas que proponen una gestión integrada del agua en la cuenca”.

Explicó que este proyecto “es un siguiente paso, que es generar un modelo socio-hidrológico, que aborda tanto la parte técnica como lo social, y se integra en un marco conceptual para la gestión, que nuestro proyecto lo lleva a concreción con un modelo computacional, que utiliza la técnica de modelación basada en agentes, y cada agente es un partícipe de este sistema socio-hidrológico”.

Destacó que “el primer desafío es cómo caracterizamos a cada uno de estos agentes que están siendo representados en la cuenca, y después, el modelo tiene que ser capaz de hacer interactuar a estos agentes y tratar de ver, por ejemplo, cuáles son los intereses que tienen unos respecto a otros, y tenemos que levantar todos esos perfiles para hacerlos interactuar, y lo que hace este modelo que estamos proponiendo, es simular una dinámica de cómo se comporta el sistema hidro-social”.

En ese sentido, el Dr. Lillo-Saavedra manifestó que “para levantar toda esta información, hay un trabajo antropológico y sociológico detrás, y un robusto estudio hidrológico para poder saber cuáles son las condiciones que van a imperar, y a partir de esta modelación computacional, ver cuáles son los puntos calientes donde empiezan a haber conflictos y por qué. Y una vez que tenemos identificado eso, se pueden tomar decisiones”.

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