Investigador UdeC llama a regular extracción de tierras raras

Doctor en Ciencias Ambientales, afirma que Chile tiene la oportunidad de actuar proactivamente, dada la relevancia que adquirirán los lantánidos en el futuro próximo.

Durante los últimos meses, hemos conocido a través de los medios de comunicación sobre algunos proyectos mineros de extracción de lantánidos, coloquialmente conocidos como elementos de ‘tierras raras’, en diversas zonas del país, incluyendo uno en Penco, en la provincia de Concepción. Incluso las autoridades se han referido a la importancia que estos minerales tendrán en el futuro próximo, dado que son fundamentales para la fabricación de componentes necesarios para productos electrónicos de alta tecnología, tales como computadores y teléfonos inteligentes, entre otros.

Sin embargo, nada se ha dicho sobre el impacto que estas actividades extractivas podrían tener en el ambiente y, por ejemplo, en las cadenas tróficas presentes en los lugares en que se realicen. En este contexto, el Doctor en Ciencias Ambientales e investigador de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción, UdeC, Campus Chillán, Dr. Winfred Espejo Contreras hizo un llamado a tomar medidas para prevenir este tipo de externalidades negativas.

“Esto es algo que no sólo va a pasar en Chile, sino que en todos los lugares donde estos elementos puedan ser extraídos”, explica el científico UdeC, quien ya ha desarrollado investigaciones relativas a las concentraciones de metales en las cadenas tróficas (alimentarias) en diversos ambientes. “Una de las conclusiones más importantes de mi tesis de Doctorado es que uno de los elementos (tántalo) que se está usando más en el desarrollo tecnológico aumenta sus concentraciones a mayor nivel trófico en el ambiente”, explica sobre su trabajo de investigación desarrollado en el Centro Eula de la UdeC.

“Actualmente, nuestro país no tiene una normativa ambiental sobre  estos elementos, entonces si se empiezan a extraer y comercializar no hay cómo regular si es que resultan ser tóxicos para el ambiente o para especies endémicas” y, por lo tanto, enfatiza, “no se sabe cuáles pueden ser estos efectos, si es que los hay, porque aún en el mundo es muy escasa la información sobre la evaluación de sus efectos”, agregando que además de prever los impactos en el ambiente, también se debe tener en cuenta los efectos que pueden producirse en la fauna silvestre. “Podría haber especies endémicas chilenas más sensibles a estos elementos que otras especies, y eso no se ha evaluado”, asegura.

“Esperamos que se pueda contar con una normativa ambiental antes de que empiece la extracción comercial de estos elementos.  De esta forma, conocer con anticipación cuáles son los niveles naturales de estos elementos en el ambiente y así poder evaluar adecuadamente estos impactos y tomar las mejores medidas. Hacer una buena evaluación previa, puede ser una excelente oportunidad para implementar una minería sustentable en la extracción de estos elementos”, destaca Espejo, quien ya ha coescrito un artículo y una carta, al respecto, publicadas respectivamente en las prestigiosas revistas especializadas Nature y Animal Conservation.

Por esto, el experto hace “un llamado a poner atención y a realizar más estudios para evaluar estos elementos en el medio ambiente, con miras a que se van a explotar crecientemente a nivel mundial, porque son críticos para el desarrollo de nuevas tecnologías”.

Espejo lideró un estudio financiado con recursos para postdoctorado de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, VRID, de la UdeC y actualmente es investigador principal en un proyecto de la línea Fondecyt Postdoctorado de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. “En el Proyecto FONDECYT 3200302, vamos a evaluar las concentraciones de elementos de tierras raras en agua,  sedimentos y organismos acuáticos de ríos, porque principalmente los ecosistemas acuáticos continentales son los que primero se ven afectados cuando hay actividades extractivas y antrópicas en general, dado que se ha visto que es posible que estos elementos aumenten en el ambiente por actividad industrial y urbana”, detalla.

“Queremos evaluar si las concentraciones de elementos de tierras raras podrían tener alguna relación con las actividades antrópicas que actualmente se realizan en Chile y, por otra parte, conocer cuáles son los niveles basales de estos elementos antes de su extracción de forma comercial, esta información va a ser clave para poder redactar una normativa ambiental al respecto que sirvapara contrastar si es que hubo o no impacto. Luego habría que hacer evaluación de efecto”, explica.

Este proyecto gracias a la colaboración con la Dra. Paulina Bahamonde, del HUB Ambiental de la UPLA, incluirá estudios de campo “en lugares con actividad antrópica como el río Loa, río Maipo, río Elqui, río Choapa; en localidades con fuentes naturales de estos elementos debido a la actividad volcánica como el río Marchant y río Trancura; y, finalmente una localidad prístina sin importantes fuentes naturales o antrópicas como es el río Róbalo en Tierra del Fuego”, detalla el investigador.

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